En esta fotografía tomada el 11 de Septiembre de 2005 desde Carolina del Norte se puede apreciar la galaxia de Andrómeda (Messier 31) y la galaxia M110, ambas situadas a unos 2,9 millones de años luz. Las estrellas que se observan son de nuestra propia galaxia (Vía lactea) y no distan más de 100.000 años luz de nuestro planeta.
Expresando las distancias en función del tiempo, podemos decir que esta foto tomada el año pasado muestra las galaxias de Andrómeda y M110 tal y cómo eran hace aproximadamente hace 3.900.000 años, ya que las ondas luminosas fueron emitidas desde aquella galaxia entonces.
Del mismo modo, las estrellas que vemos situadas en nuestra galaxia las vemos con la apariencia que tenían hace menos de 100.000 años, podríamos afirmar con relativa razón que en una misma fotografía conviven varias etapas temporales pese a haber sido tomada en un sólo instante de tiempo.
Una demostración pasmosa de la teoría de la relatividad del tiempo de Alber Einstein, el tiempo es relativo dependiendo de la situación del observador o receptor de la información.
En este instante un observador situado en uno de los planetas de la galaxia de Andrómeda con una ampliación de imagen suficiente podría observar a los primeros albores de la especie humana, no se vosotros, pero yo le ofrecería un contrato de historiador a ese habitante de Andrómeda .
Igual pasaría, aunque con unas distancias temporales mucho más grandes, con las ondas de sonido, si nos desplazáramos a la velocidad de la luz durante un período relativamente corto de tiempo y nos detuvieramos en algún lugar del espacio, podríamos, si los medios fueran suficientemente avanzados tecnológicamente, captar sonidos de nuestros antepasados e incluso de nosotros mismos hace años.
Con el sonido se ve fácil, porque su velocidad es mucho menor que la de la luz, pero imaginemos un supuesto de que podamos algún día viajar a mayor velocidad que la luz, es un supuesto que va en contra de Einstein, pero supongamos aunque no nos lo creamos que viajamos a una velocidad de 2c (2 veces la velocidad de la luz – 600000 Km/s) durante 1 año y nos detenemos a observar en la dirección contraria a la que viajábamos. Al cabo de un año nos observaríamos a nosotros mismos ¡llegando al punto donde estamos!. Esto del espacio-tiempo da que pensar y mucho.
Esperemos que todos los enigmas del universo se resuelvan en menos de 3000 millones de años porque se preve que la aparentemente inofensiva galaxia de la fotografía se fusione con la nuestra en ese tiempo. Se está acercando a la Vía Lactea a una velocidad aproximada de 140 Km/s, o ¿es la vía lactea la que se acerca a Andrómeda?
El tiempo lo dirá.
El motivo por el que escribo esta entrada no tiene que ver con el libro que estoy leyendo actualmente: La Historia del Tiempo, de Stephen Hawking
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